Un Poco de Historia...


Un Poco de Historia…
La medicina es un ámbito que a todos nos resulta familiar. ¿Qué es la Medicina? Según el diccionario se define como ciencia y arte de precaver y curar las enfermedades del cuerpo humano. Según esta definición, entonces, preservar la salud y curar las enfermedades son los objetivos fundamentales de la medicina. Pero, así como hay diferentes maneras de entender la salud y la enfermedad, también hay diferentes formas de concebir y organizar la medicina. Veamos cómo fue cambiando este concepto a lo largo del tiempo.
En la Grecia Antigua.
Los relatos más antiguos cuentan que, cuando tenían alguna dolencia, los enfermos se acercaban a la ciudad de Epidauro, al santuario de Asclepios, dios de la medicina. La curación probablemente consistía en el baño en las aguas termales que había allí y el uso de hierbas. Es que para ellos el mantenimiento de la belleza física formaba parte de la medicina. Sin embargo, el hecho más conocido del sistema de curación griego es el aporte de quien hoy es considerado el padre de la ciencia médica moderna: Hipócrates.
Hipócrates nació en Cos, Grecia, en el año 460 a. C. Elaboró una teoría de la salud que perduró más de mil años y estableció criterios sobre el ejercicio de la medicina. Postulaba que el cuerpo estaba compuesto de cuatro “humores” o fluidos: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Las enfermedades eran producto del exceso o falta de cada una de ellos. Por consiguiente, la cura consistía en lograr un nuevo equilibrio entre los fluidos y la mejor forma de conseguirlo era a través de la dieta.
Además, Hipócrates creó un juramente para el ejercicio de la ciencia de curar. Todavía hoy, cuando los médicos reciben su diploma realizan el juramento hipocrático, por el que sumen públicamente el compromiso de ejercer la medicina con responsabilidad y sentido ético.
En la época del Imperio romano.
Los mayores aportes del Imperio romano a la medicina fueron: la construcción de grandes obras sanitarias (acueductos y baños públicos), el desarrollo de la cirugía y la implementación de hospitales construidos principalmente para atender a sus soldados y de lugares específicos para la curación.
El médico romano más conocido fue Galeno de Pérgamo, quien vivió durante el siglo II. Durante algunos años, su trabajo consistió en tratar las heridas que sufrían los gladiadores, y eso le permitió adquirir conocimiento sobre los sistemas óseo, muscular y articular. Así, Galeno se convirtió en un gran anatomista. Por medio de sus observaciones y tratamientos, pudo realizar una descripción del esqueleto y de los músculos. Su obra fue muy difundida y la primera que se sistematizó, agrupándose en tratados y manuales. Por su importancia, su apellido se utiliza como sinónimo de “médico”.
La Edad Media.
Durante este período, en Europa, el norte de África y el cercano Oriente, hubo una profunda influencia del cristianismo. Esta se hizo evidente en la concepción de la salud y en la práctica médica, que fueron una mezcla de ciencia y misticismo.
  • Se consideraba que el cuerpo no estaba separado de su alma, de su espíritu. 
  • Los médicos, en general, pertenecían al clero.
  • Las disecciones de los cuerpos estaban prohibidas y eran consideradas una violación del ser humano, fruto de la creación divina.
  • Se rechazó el derramamiento de sangre y esto desalentó la práctica de la cirugía.
  • Se difundieron terapias basadas en creencias mágicas, como los ritos curativos a cargo de los reyes, a quienes se les atribuían poderes sobrenaturales de sanación.

A partir del siglo XII se inició un resurgimiento de los estudios médicos, en especial por el impulso que les dio la Escuela de Salerno, especializada en la experimentación y la descripción, y donde, además, se estableció un examen para obtener el título de médico. Unos siglos después proliferaron las universidades en otras ciudades de Europa.
Otro elemento a tener en cuenta es que durante la Edad Media se produjeron grandes plagas que devastaron a la población; por ejemplo, se estima que la peste negra del siglo XIV causó la muerte de alrededor de 25 millones de personas.
En el Renacimiento y en la Ilustración.
Varios factores influyeron para que durante este período cambiase el modo de ejercer la medicina:
  • La medicina medieval no podía dar respuesta a los efectos de las pestes. 
  • Descubrimientos y teorías, como la de Copérnico, pusieron en tela de juicio el pensamiento religioso en el campo científico. 
  • Se produjo un retorno a las ideas griegas y romanas, que tenían en común el carácter humanista: el hombre pasó a ser el centro.

En ese momento surge un cambio fundamental en la forma de concebir la idea del cuerpo: este comenzó a verse separado del alma. El cuerpo disociado del espíritu se convirtió en objeto de estudio científico.
Una de las figuras más importantes del Renacimiento fue Andrea Vasalio (1514-1564). Los estudios sobre el cuerpo humano que hizo este anatomista nacido en la actual Bélgica se publicaron en un tratado que fue el material de estudio imprescindible durante los cuatro siglos siguientes.
A partir de entonces, los estudios anatómicos comenzaron a generalizarse y a quedar legitimados para la investigación médica y para la enseñanza.
Pronto, la ciencia perdió su fundamento religioso, la tarea científica se liberó de la autoridad de la Iglesia y el conocimiento se desvinculó de sentimientos milagrosos. Entonces, la naturaleza se explicó por un conjunto sistemático de leyes provenientes de un conocimiento racional. El lema era “no hay misterio que la razón no pueda alcanzar”. Esta forma de estudiar y analizar el mundo por medio de leyes ordenadas y capaces de ser comprendidas por la razón constituye lo que se conoce como racionalidad científica. Es la forma en que la civilización occidental (fundamentalmente Europa y los pueblos que recibieron su influencia a partir de la colonización) entiende la ciencia, la tecnología, la naturaleza y la sociedad.
De este modo se abre el camino del saber biomédico: el saber acerca del cuerpo se convierte en patrimonio de grupos de especialistas, avalados por las condiciones de racionalidad científica que suponía su trabajo de investigación. Poco a poco este saber fue constituyéndose en el saber anatómico y fisiológico oficial y autorizado.

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